Mañana día 3 de febrero, celebramos la Festividad de San Blas, y la tradicional bendición de las rosquillas e imposición de las reliquias del Santo, las misas serán a las 9:30 y a las 19:30 ambas en San Martín de Tours.
A continuación os dejamos unos breves datos sobre la vida y obra de este Santo:
Blas de Sebaste, venerado como san Blas, fue un médico, obispo de
Turquía,
y mártir
cristiano. Hizo vida eremítica en
una cueva en el bosque del monte Argeus,
que convirtió en su sede episcopal. Fue torturado y ejecutado en la época del
emperador romano Licinio, durante las persecuciones a los cristianos de
principios del siglo IV.
Se le considera patrón de los enfermos de garganta (faringe),
y de los otorrinolaringólogos.
Según la tradición, Blas de Sebaste era conocido por
su don de curación milagrosa, que aplicaba tanto a personas como a animales.
Salvó la vida de un niño que se ahogaba al trabársele en la garganta una espina
de pescado. Este sería el origen de la costumbre de bendecir las gargantas el día de su fiesta el 3 de febrero.
Se le acercaban también los animales enfermos para que
les curase, pero en cambio no le molestaban durante su tiempo de oración.
Cuando llegó a Sebaste la persecución de Agricola
(gobernador de Capadocia) contra los cristianos), sus cazadores fueron a
buscar animales y encontraron muchos de ellos esperando fuera de la cueva de
San Blas. Allí encontraron al Santo en oración y le detuvieron.
Agrícola trató sin éxito de hacerle renegar de su fe.
En la prisión, Blas sanó a algunos prisioneros, y fue entonces cuando el
gobernador le mandó matar y ser arrojado a un lago. Pero Blas, de pie sobre la
superficie (como el milagro atribuido también a Jesucristo), invitó a sus
perseguidores a caminar sobre las aguas, pero todos se ahogaron. Cuando volvió
a tierra (por orden de un ángel),
fue torturado (colgado de un poste y lacerado con rastrillos de cardar) y
finalmente decapitado.
ORACIÓN
Milagroso San Blas, que lleno de júbilo, en el
camino a la cárcel, obrasteis prodigios y salvasteis la vida de un niño que se
moría ahogado por una espina que tenía atravesada en la garganta, alcanzadnos
del Señor la gracia de vernos libres de todas las enfermedades de lo garganta y
emplear a ésta siempre para la gloria de Dios y bien de nuestras almas. Así
sea.
UN ABRAZO EN JESÚS Y MARÍA
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