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jueves, 15 de mayo de 2014

FESTIVIDAD SAN ISIDRO LABRADOR

San Isidro es, por excelencia, el patrón del campo, es el santo a quienes muchos acuden para pedir las buenas cosechas. 

La mayoría de personas que han escrito sobre la vida del santo sitúan su nacimiento a finales del siglo XI, y la fecha en que muchos se han puesto de acuerdo es en la de 1080, pero nadie ha sabido aún en que barrio nació. Madrid, por aquellos tiempos, no dejaba de ser un pueblo agrícola, y la capital hispánica, por decirlo así, era Toledo. Las tradiciones sitúan su bautizo en la iglesia de San Andrés, de la capital madrileña. 
El nombre de Isidro (que no es más que una derivación de Isidoro) fue en honor al Arzobispo San Isidoro de Sevilla. 
Muchas de las cosas que sabemos de este santo es gracias a Juan Diácono, que en el siglo XIII escribió su biografía. Él nos retrata a un hombre ejemplar, de buen corazón y muy bondadoso con los más necesitados. 
Parece ser que una de las primeras ocupaciones de Isidro fue la de pocero, es decir, cavar pozos, al servicio de la familia Vera, hasta que se trasladó a trabajar a Torrelaguna, donde contrajo matrimonio con una mujer del pueblo llamada María Toribia, conocida más tarde con el nombre de Santa María de la Cabeza, también declarada santa. 
Fruto de su matrimonio tuvieron un hijo llamado Illán. Al cabo de unos años la familia regresó a Madrid, para cuidar las tierras de la familia Vargas. Fue en ese momento cuando Isidro realizó las tareas de labrador y pasó a ser conocido popularmente como "Isidro labrador".



Bienaventurado Isidro, que habitas hoy la celestial morada en justo premio de tu singular piedad, caritativo celo y santidad de vida, sin que para practicar dichas virtudes fueran obstáculo las ocupaciones a que tenías que dedicarte para ganar el necesario sustento, tanto para ti, como para tu venerada esposa, María de la Cabeza: te suplicamos que seas nuestro intercesor para con el Altísimo, a fin de que este divino Señor se apiade de nuestras miserias, y, por un acto de su infinita bondad, nos conceda vivir en paz en esta vida, y que gocemos en la otra las eternas delicias de la gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


UN ABRAZO EN JESÚS Y MARÍA




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