Para esta gran e histórica efeméride nos hacemos eco de la noticia publicada en la página web de la diócesis de Jaén:
Que en este lugar el torrente de tu gracia
lave las manchas de los hombres,
Que tus fieles, reunidos junto a este altar,
celebren el memorial de la Pascua
y se fortalezcan con la palabra
y el cuerpo de Cristo.
Que resuene aquí la alabanza,
que suba hasta ti la plegaria
por la salvación del mundo.
Que los pobres encuentren aquí misericordia,
los oprimidos alcancen la verdadera libertad,
y todos los hombres
sientan la dignidad de ser hijos tuyos.
(Oración de la dedicación de un Templo)
Repitiendo espontáneamente en el corazón estas palabras del Ritual de la Dedicación de un Templo y su altar, y con estas mismas palabras ungidas del Evangelio: “…nunca hemos visto una cosa igual…” cuando la multitud asombrada por los prodigios, curaciones, y predicaciones del Señor, de esta misma manera, los feligreses de la Comunidad Cristiana de Arjona, vivían emocionados, como si de un milagro más se tratase, la Dedicación del Nuevo Altar de San Juan Bautista, y su Re-apertura e inauguración después de estar cinco años cerrada al culto.
Desde una declaración de ruina, escrita y sellada en agosto de 2011, tanto en el Excelentísimo Ayuntamiento Urgabonense, como en el Obispado; y después de dialogar diversas soluciones dramáticas:derribo del Templo Parroquial para evitar peligros de derrumbe…abandono del lugar retirando aquellos elementos peligrosos…hasta ver el pasado cuatro de octubre, ungir su altar con el Santo Crisma, y a Cristo Eucaristía ser elevado en alto y adorado por toda la Comunidad, han pasado sólo tres años, pero en el corazón de muchos arjoneros, ha pasado como una eternidad.
Desde el primero momento, Arjona entera se resistió a perder de cualquier forma uno de sus Templos más emblemáticos (de los cinco que tiene) y por eso desde la Parroquia de San Juan bautista se formó una Comisión de Obras con el Párroco al frente, y con el apoyo incondicional de toda la Comunidad Cristiana.
El proyecto presentado, era muy ambicioso: Rehabilitar en su Primera fase, la estructura dañada del Templo Parroquial, retirando su cubierta y tejado, desmontando sus muros defectuosos y endebles, y construyendo de nuevo todo de manera correcta, en peso, medida, materiales…etc. Este proyecto tenía un Presupuesto de 270.000€. Realizada un fuerte Campaña de recogida de dinero, mediante suscripciones, actividades, donativos…etc…El dinero salió y el proyecto en su Primera fase se pudo realizar de manera completa y satisfactoria.
Y hasta aquí hubiese llegado nuestra historia, terminada esta Primera fase, ya que “otra fase” nos parecía imposible…si no llega a ser porque al presentar la Segunda Fase del Proyecto: solería de mármol blanco y verde, instalación completa de sonido y luz, pintura y restauración de retablos…etc, comenzó a volcarse el pueblo a través de un río de donativos que han hecho realidad, un sueño que parecía inalcanzable, completar la Segunda Fase por valor de 130.000€, llegando a un total de 400.000€, pagando totalmente la Obra de Rehabilitación hasta el último de los detalles, y consiguiendo acabar y abrir de nuevo al culto el Templo Parroquial de San Juan Bautista.
El broche de oro, y pago a todos los esfuerzos de un pueblo entero, fue la impresionante celebración litúrgica que el sábado 4 octubre Arjona vivió como un hecho histórico, único y posiblemente irrepetible. El Templo de San Juan Bautista fue Re-inaugurado y su precioso altar, dedicado.
La Celebración fue Presidida por el Sr. Obispo de la Diócesis D. Ramón del Hoyo López y concelebrada por diez sacerdotes, entre ellos, el Ilustrísimo Sr. Vicario General de la Diócesis D. Francisco Juan Martínez Rojas, el Sr. Arcipreste de Arjona, D. Jesús Manuel Millán Cubero, y el Sr. Vicario Judicial de la Diócesis D. Pedro José Martínez Robles, y algunos párrocos anteriores de S. Juan Bautista, como D. Julio Millán, D. Ildefonso Fernández, D. Andrés Segura. Y algunos sacerdotes amigos como D. Emilio Samaniego Guzmán, Formador del Seminario Mayor de Jaén y Capellán del Hospital “Capitán Cortés”. Así como el Secretario del Sr. Obispo D. Miguel Lendínez.
Toda la Celebración fue preparada por el Sr. Delegado de Liturgia D. Manuel Carmona García, y llevada a cabo de manera exquisita y muy ungida por D. Agustín Rodríguez Gómez, (director espiritual de nuestros seminarios y párroco de la Magdalena de Jaén). De manera que entre celebrantes y ministros y pueblo fiel, se vivió una celebración viva, catequética, y que hizo orar y celebrar sin tiempo, a un Templo completamente abarrotado de fieles de las dos Comunidades parroquiales de Arjona.
Muy emotivo fue el momento en el que el Sr. Obispo incrustó dos preciosos Relicarios con reliquias de nuestros Santos Mártires S. Bonoso y S. Maximiano. Mientras el pueblo cantaba a una sola voz: “…Venid hijos de Arjona, y cantemos el triunfo, de nuestros mártires, de nuestros héroes, los dos hermanos, nobles cristianos, Bonoso y Maximiano…” Esa mesa de rico mármol blanco, verde y rosa, de nobles materiales y de exquisita belleza, pasó a ser en ese momento, un sepulcro martirial.
Sin palabras quedó el pueblo cristiano al ungir el obispo el altar, precisamente con el Santo Crisma, que este año, el aceite utilizado para los Santos Oleos consagrados en la Catedral, había sido donado por la Comunidad Cristiana de Arjona a la Diócesis. Así que de manera Providencial (así le gusta al Señor hacer las cosas) el Nuevo Altar de Arjona ha sido dedicado y ungido con el aceite salido de la última cosecha de nuestros Olivos, fruto de la tierra, del sudor y del trabajo de los buenos hombres de este pueblo. Enseguida el Templo se lleno del suave aroma del Crisma, el buen olor de Cristo, que es también perfume del cristiano en sus obras y en su vida. El Obispo rodeó el altar ungiendo con amor, y la mesa quedó convertida en ara del Santo Sacrificio.
Y espectacular fue el momento en el que sobre la Mesa dedicada, se colocó un hermoso Pebeterodesde donde se quemó abundante incienso que como una columna de humo subió hasta el cielo, e impregnó de aroma de nardo todo el lugar. El perfume exquisito de la oración de los santos. El símbolo de la santidad del Lugar en el que estábamos, la oración de la Comunidad cristiana que subía hasta lo más alto del cielo.
El Obispo, subrayó en la Homilía que también el cristiano es altar para Cristo, y que este esfuerzo que la Comunidad de Arjona había hecho admirablemente en la Rehabilitación de su iglesia, debía ser símbolo de crecimiento en la fe, en la vida cristiana, y en el amor. Agradeció públicamente al Excelentísimo Ayuntamiento de Arjona su constante preocupación y apoyo a las obras y dio repetidamente las gracias al pueblo, como el pastor que se siente feliz, cuando sus hijos han sido responsables y fieles.
Al final de la Misa, cuando creíamos que ya no se podía vivir nada más hermoso, llegó el momento de reservar el Santísimo Sacramento en el Sagrario. El Sagrario de San Juan Bautista de Arjona, es de incalculable valor, no sólo por los materiales utilizados en él: oro, plata y bronce, y algunas joyas muy valiosas…etc. Sino por el valor sentimental que tiene para esta ciudad: Es un Sagrario Expiatorio, sufragado por todo el pueblo de Arjona en el año 1949 a través de toda la plata que se pudo recaudar, joyas…etc. En reparación también por todos los ultrajes cometidos contra la Eucaristía en los años de la Contienda Civil de 1936. Su valor y sus dimensiones son fuera de lo normal. Siendo sin duda, una de las mejores piezas de orfebrería de toda la ciudad.
Por primera vez, nuestro Señor Jesucristo en el Sacramento del altar, en manos del Obispo, era procesionado por todo el Templo Parroquial, hasta llegar al Sagrario en la Capilla de la Reserva, y era depositado dentro aclamado por el pueblo entero que cantaba: “Hay momentos que las palabras no alcanzan para decirte lo que siento, Bendito Salvador…te doy gracias por todo lo que has hecho…” una vez cerrado el Sagrario, el Obispo volvió al altar para finalizar la Celebración cantando la Salve a la Virgen de los Dolores, Patrona de Arjona, y alcaldesa perpetua de la ciudad.
Terminada la Celebración, el Obispo saludó afectuosamente a cuantos se acercaron a él, emocionados mostrándolo gratitud y respeto.
Nuestra Comunidad ahora mismo vive un momento de “embriaguez espiritual” en la que no paramos de repetir en nuestro corazón y en nuestra oración: “El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres…” (Sal 125)
Y con las palabras de la Sagrada Escritura decimos:
“…Cuando Salomón terminó de orar, descendió fuego del cielo y consumió los sacrificios, y la gloria del Señor llenó el templo. Tan lleno de su gloria estaba el templo, que los sacerdotes no podían entrar en él. Al ver los israelitas que la gloria del Señor se posaba sobre el templo, cayeron de rodillas y, alabaron al Señor diciendo: «El Señor es bueno; su gran amor perdura para siempre.» (2Cró 7, 1-3)
Desde aquí dar las gracias a todos cuanto han hecho posible este proyecto, de manera especial al Obispado de Jaén, al Consejo de Asuntos Económicos del Obispado, por su apoyo y su ayuda. Dios os pague vuestra fraternidad.
También os dejamos un vídeo sobre lo acontecido ese día:
UN ABRAZO EN JESÚS Y MARÍA